Criptodivisas del gobierno
Desde la prohibición total de las criptomonedas en 2016 hasta el próximo proyecto de ley para su regulación, la postura del gobierno sobre los activos digitales ha cambiado considerablemente en los últimos años. El próximo proyecto de ley sobre criptodivisas y regulación de la moneda digital oficial de 2021 es diferente del anterior: “Prohibición de las criptodivisas y regulación de la moneda digital oficial de 2019”.
Mientras que la ley anterior pretendía imponer una prohibición completa de todas las actividades relacionadas con las criptomonedas, incluyendo la minería, la compra, la tenencia, la venta y el comercio, la nueva buscará hacer una clara distinción en lo que respecta a su categorización como moneda, a menudo utilizada.
Los retos de la regulación de las criptomonedas
La Unión Europea no ha aprobado ninguna legislación específica relativa al estatus del bitcoin como moneda, pero ha declarado que el IVA/IGC no es aplicable a la conversión entre moneda tradicional (fíat) y bitcoin.
Según el Banco Central Europeo, la regulación tradicional del sector financiero no es aplicable al bitcoin porque no implica a los agentes financieros tradicionales[7]: 5 Otros en la UE han declarado, sin embargo, que las normas existentes pueden ampliarse para incluir el bitcoin y las empresas de bitcoin[8].
El Banco Central Europeo clasifica el bitcoin como una moneda virtual descentralizada convertible.[7]: 6 En julio de 2014, la Autoridad Bancaria Europea aconsejó a los bancos europeos que no negociaran con monedas virtuales como el bitcoin hasta que se estableciera un régimen regulador.[9]
En 2016, la propuesta del Parlamento Europeo de crear un grupo de trabajo para supervisar las monedas virtuales con el fin de luchar contra el blanqueo de capitales y el terrorismo, aprobada por 542 votos a favor, 51 en contra y 11 abstenciones, ha sido enviada a la Comisión Europea para su consideración[10].
Riesgos de las criptodivisas
A diferencia de los billetes y monedas de dólar, las criptodivisas no son emitidas ni respaldadas por el gobierno de Estados Unidos ni por ningún otro gobierno o banco central. La falta de una ficha física que contar y conservar puede confundir a algunos. El Bitcoin y otras criptodivisas son una forma de moneda digital que se utiliza en las transacciones de pago electrónico: no hay monedas, papel moneda ni bancos; las comisiones por transacción son mínimas o nulas; las transacciones son rápidas y no están sujetas a la geografía; y, al igual que el dinero en efectivo, las transacciones son anónimas.
Cada monedero digital contiene información encriptada, llamada clave pública y privada, que se utiliza para enviar y recibir la moneda digital. Todas las transacciones en moneda digital se registran en un libro de contabilidad público virtual llamado “blockchain”, que es mantenido por los “mineros” de la moneda digital. Estos mineros pueden ser cualquier persona, en cualquier parte del mundo, que esté dispuesta a invertir en el hardware informático especializado necesario para procesar rápidamente cálculos complejos. Los mineros reciben moneda digital, como Bitcoin, Ripple, Dogecoin y Litecoin, a cambio de verificar cada transacción y añadirla a la cadena de bloques.
Regulación del Bitcoin
¿Es la criptomoneda el futuro de la banca y el comercio mundial, o un vehículo de pago e inversión poco fiable favorecido por estafadores y especuladores, organizaciones criminales y cualquier individuo o entidad excluida de los sistemas bancarios occidentales, como Corea del Norte?
El jurado aún no ha decidido. Una cosa que está clara, sin embargo, es que el mercado de la criptodivisa sigue creciendo a medida que su popularidad se ha vuelto más corriente desde 2019. Incluso muchos inversores institucionales que antes se mostraban escépticos han entrado en razón después de ver algunas de las alucinantes rentabilidades. En enero de 2019, un Bitcoin se negociaba a 3.441 dólares; esta semana, alcanzó los 43.136 dólares.
Pero ese éxito puede tener un precio. Los llamamientos para frenar el sector están en plena efervescencia. Este mes, China, uno de los mayores mercados de divisas digitales del mundo, prohibió todas las transacciones relacionadas con las criptomonedas. Prohibió comerciar con ellas en 2019. El Tesoro de Estados Unidos dijo esta semana que sancionará a un intercambio de criptodivisas por primera vez por facilitar los pagos de ransomware. Las nuevas normas fiscales y comerciales para el sector están incluidas en la legislación que el Congreso tiene previsto votar a finales de semana. Y la Comisión del Mercado de Valores de EE.UU. también está presionando para que se aplique más. El presidente de la SEC, Gary Gensler, calificó la criptomoneda como una clase de activos “plagada de fraudes, estafas y abusos” y dijo que los inversores no tienen suficiente protección regulatoria frente a los enjambres que saltan a la criptofinanciación, la emisión, el comercio y los préstamos.