Paraísos fiscales para las criptomonedas
Los influencers deben revelar si reciben un pago por hablar de criptodivisas. Si ese es el caso, tendrán que proporcionar advertencias claras e imparciales sobre los riesgos de las criptomonedas, incluido el hecho de que las inversiones no están reguladas. Las normas también abarcan a las empresas que promueven los criptoactivos, así como a las empresas de relaciones públicas que contratan.
“Si los influencers no estuvieran cubiertos, habría una puerta trasera para evitar la regulación”, dijo el jefe de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, al Financial Times. “Este es un terreno nuevo, para nosotros y para ellos, y habrá momentos de fricción, pero eso siempre ocurre cuando se introducen normas para algo que no estaba regulado antes”.
Se cree que es la primera vez que un país de la Unión Europea introduce este tipo de directivas. Los miembros de la UE todavía tienen que ponerse de acuerdo sobre cómo regular las criptomonedas en todo el bloque. Mientras tanto, señala Buenaventura, los Estados miembros están abordando algunas cuestiones relacionadas con las criptomonedas, como la forma de publicitarlas.
Impuesto sobre las criptomonedas en Europa
La compraventa de criptodivisas genera una ganancia o pérdida patrimonial por la diferencia entre el valor de adquisición (VT) y el valor de transmisión (VT). En el caso de que la diferencia (VT-VA) sea positiva, esta operación genera una ganancia patrimonial que debe ser declarada en la base imponible del ahorro de la declaración de la renta. En el caso de que la diferencia (VT-VA) sea negativa, esta operación genera una pérdida patrimonial que debe declararse en la base imponible del ahorro de la declaración de la renta.
En el primer caso en el que hemos comprado Bitcoins (valor de adquisición) y los hemos vendido (valor de transmisión*) obteniendo una plusvalía de 13.000 euros, esta plusvalía debe considerarse como base imponible del ahorro. Ésta suele tributar a tipos entre el 19% y el 23% según la escala que se adjunta a continuación, y por tanto, genera una cuota de IRPF de 2.610,00 euros (6.000 euros x 19% + 7.000 euros x 21%).
El caso es diferente si nos encontramos en el segundo supuesto en el que se adquiere Bitcoin a través de la “minería”. Entonces, si el contribuyente realiza esta actividad de forma habitual, ésta puede considerarse una actividad económica continuada, debiendo tributar por los beneficios obtenidos de la misma al tipo general del IRPF. En este caso, la tributación como actividad económica implica que el tipo impositivo variará en función de la región (la comunidad autónoma) en la que nos encontremos. Hay que tener en cuenta que el tipo impositivo puede llegar a ser del 45% o incluso superior, dependiendo de la región de referencia. Esto implicaría tributar 6.750 euros o más en nuestro ejemplo de la minería de Bitcoin.
Sin impuestos para las criptomonedas
Las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Ripple y las muchas otras que surgen cada año, viven en una especie de realidad virtual que utiliza la tecnología ‘blockchain’ para garantizar la realidad de su existencia y de las transacciones de compra y venta.
Las criptodivisas no se consideran generalmente como verdadero dinero, pero casi lo son, y pueden cambiarse por monedas nacionales convencionales en intercambios online especializados. En ocasiones, las criptodivisas pueden utilizarse como dinero “real” para comprar o vender bienes o servicios.
Hasta ahora, Bitcoin sigue siendo la principal criptodivisa utilizada en el mundo. Los gobiernos y las instituciones financieras convencionales sienten una profunda aversión por esta forma anárquica de dinero y se afanan por encontrar formas de regular y controlar su uso, acusando a menudo a los usuarios de delitos de blanqueo de capitales y de actividades delictivas, sin prueba alguna.
Esta discriminación infundada ha llegado a tal punto que uno de los bancos españoles que utilizamos se negó a permitirnos transferir la nómina que le correspondía a uno de nuestros empleados a su cuenta de Revolut, alegando que este banco online challenger estaba bloqueado porque permitía a sus clientes comprar y vender criptodivisas.
Criptoimpuestos en Alemania 2021
Los bitcoins -y las criptodivisas en general- han experimentado una subida meteórica en 2017 cercana al 1.300 por ciento, alcanzando máximos históricos el pasado 17 de diciembre, cuando su precio se quedó a sólo 100 dólares de alcanzar la barrera de los 20.000 dólares.
Sin embargo, se trata de un activo extremadamente volátil cuya tendencia a la baja se mantiene desde hace un mes, habiendo disminuido su valor en más de un 40 por ciento, alcanzando un mínimo de 11.400 dólares -una situación sin precedentes durante 2017-.
No obstante lo anterior, una cosa está clara: las autoridades fiscales siempre están al acecho. En este sentido, el tratamiento fiscal aplicable a estas criptodivisas ha sido perfilado a través de diferentes consultas vinculantes emitidas por la administración tributaria española. En esencia, las criptodivisas tributarán de forma similar a las monedas extranjeras; es decir, por un lado, están exentas de IVA al ser consideradas un medio de pago, y por otro lado, las rentas derivadas de la operativa con ellas tributarán como ganancias patrimoniales en el IRPF español.